jueves, 15 de diciembre de 2011

El Monje Zen y el Rey lujurioso.



Caminaba un Monje Zen en solitario en el campo, meditando y haciendo su práctica, cuando sin darse cuenta, se adentró en los jardines propiedad de un Rey.  Mientras meditaba en una piedra, fue descubierto por el grupo de esposas del Rey, quienes no acostumbradas a la compañía de otras personas (por restricciones reales), le rogaron divertidas al Monje que les contara historias y que les predicara. El Monje, siempre amable con los demás, inició un agradable relato.
En esas estaban cuando fueron descubiertos por el Rey, un monarca enfermo de lujuria, por lo cual era celoso ruin de su grupo de mujeres. Al descubrir al Monje rodeado de sus doncellas, furioso llamó a los guardias y éstos rodearon al Monje en atropellado arresto y lo increparon con sus armas.
-       Insensato harapiento! - Dijo el Rey - ¿Cómo te atreves a rodearte de mis bellas doncellas en mi propio jardín? ¿No sabes que está prohibido siquiera mirarlas??? Son mías!! ¿lo oyes?? Sólo mías!  Pagarás caro tu atrevimiento!!
Pero el monje no dijo nada, sólo se limitó a mirarlo con compasión y con callada serenidad bajó la cabeza en señal de paz mirando con tranquilidad a su alrededor.
-       Oh Rey mio! – dijo una de las mujeres - ¿Acaso no te das cuenta que es sólo un Monje y no corremos peligro con él?
-       ¡Un Monje no se rodea de mujeres hermosas con ropas ligeras! – discutió furioso el Rey – pagará con su vida su atrevimiento!!
Pero el Monje una vez más no dijo una palabra y se limitó a mirar con compasión y tranquilidad la escena.
-       Así que ni siquiera te defiendes??? – Gritó furioso el Rey, y con un rápido movimiento tomó una lanza y amenazó el cuello del Monje. - ¿Qué no te das cuenta que estás frente a un hombre que puede matarte?
Y el monje, sin perder la tranquilidad y la serenidad en su mirada, le contestó: - ¿Y tu no te das cuenta que estás frente a un hombre a quien puedes matar sin que siquiera parpadeé? 

Bajo esta demostración de elevada disciplina, el Rey se dio cuenta que estaba frente a un verdadero Monje, así que lo dejó en paz y le permitió quedarse cuando quisiera en sus jardines.
Al otro día, el Rey buscó al Monje y le preguntó:
-       - Maestro, ¿Cómo es posible que ustedes los monjes no se corrompan en la presencia de mujeres hermosas? ¿Cómo mantienen su corazón tranquilo ante la sensual belleza de la mujer? Yo no puedo hacerlo y no hay noche que tenga deseos de estar con ellas.
-       Es en realidad simple – contestó el Monje – Debes darte cuenta que la belleza sensual de una mujer es una ilusión.
Así se fue el Rey con estos pensamientos, y al otro día regresó con el Monje:
-    - No pude Maestro, anoche formé desnudas a mis 25 esposas, intenté ver su belleza como una ilusión pero terminé acostándome con ellas. ¿Qué puedo hacer?
-    - Cuando iniciamos nuestra preparación en el camino de la Iluminación, - dijo el Monje – nuestros maestros nos recomiendan ver a las mujeres de menos edad que nosotros como nuestras hijas, a las de mayor edad como nuestras madres, y a las de la misma edad como nuestras hermanas. Con ésta visión, la ilusión de la belleza sensual se empieza a disipar.
Así se fue el Rey con estos pensamientos, y al otro día regresó con el Monje:
-       No pude Maestro, anoche formé desnudas a mis 25 esposas e intenté verlas como hijas, madres y hermanas, pero  aún así  terminé acostándome con ellas. ¿Qué puedo hacer?
-   - Cuando seguimos con nuestra preparación hacia el camino del Conocimiento, - dijo el Monje – nuestros maestros nos recomiendan ver al cuerpo humano como lo que es: un conglomerado de carne y grasa, repleto de sustancias viscosas y malolientes, texturas internas desagradables, aromas fecales y líquidos repletos de gérmenes.  Cuando ves al cuerpo femenino compuesto por estos elementos, la ilusión de la belleza sensual se sigue disipando.
Así se fue el Rey con estos pensamientos, y al otro día regresó con el Monje:
-       No pude Maestro, anoche formé desnudas a mis 25 esposas e intenté verlas como un conglomerado de carne y grasa, repleto de sustancias viscosas y malolientes, texturas internas desagradables, aromas fecales y líquidos repletos de gérmenes, pero aún asi terminé acostándome con ellas. ¿Qué puedo hacer?
-    - Cuando alcanzamos mayores niveles de comprensión en el camino de la Iluminación, - dijo el Monje – nos damos cuenta que la belleza sensual sólo existe en tu mente, y para visualizarlo debes de identificar y comprender que tus sentidos envían mensajes que combinados con tu intelecto, resultan en una ilusión no solo de una mujer hermosa, sino de todo lo que vemos y percibimos. Perseguir el deseo resultante de esta ilusión desemboca en una empresa sin fin que desgasta al hombre, cual demonio hambriento que nunca saciará su sed, porque la misma sed es una ilusión. Cuando comprendas esto, podrás estar en medio de 100 mujeres hermosas desnudas y tu corazón no sufrirá tribulación alguna, puesto que no verás mujeres en torno tuyo, sino que únicamente verás a seres que como tú, son el reflejo de ti mismo y de la realidad.
El Rey, al escuchar estas palabras, descubrió un hilo de claridad que brotaba dentro de su ser, y no sólo se curó de su adicción, sino que se convirtió en el discípulo del Monje.

martes, 22 de noviembre de 2011

Cuento Zen: El monje y la joven



Caminaba un Monje Zen con su discípulo por el bosque rumbo al Monasterio, cuando llegaron a la orilla de un río. Debido a las lluvias recientes, la creciente se había llevado el puente, por lo que no había otra manera de cruzar más que nadando. Cuando se disponían a pasar, descubrieron a una bella joven en la orilla que lloraba desconsoladamente, mojada de pies a cabeza. El Monje se acercó y le preguntó que le ocurría.
-       - Debo llevar estas medicinas de urgencia a mi Padre enfermo que está en el pueblo del otro lado del río, - contestó la joven- Pero no sé nadar y no puedo cruzar. Ya lo intenté y sólo conseguí estar a punto de ahogarme.
-       - No te preocupes, -le dijo el Monje- yo te ayudaré a cruzar.

Así, la joven se subió a los hombros del Monje y éste cruzó el río con la chica a cuestas. Una vez del otro lado, se bajó de los hombros del Monje, y con una gran sonrisa, la chica le agradeció enormemente su ayuda y echó a correr hacia el pueblo para terminar su cometido. El Monje y su discípulo continuaron su camino.

Pasado un tiempo, el Monje, advirtiendo el silencio de su discípulo, le preguntó:
-       - ¿Qué es lo que te sucede estimado discípulo? Hace ya una hora que caminamos juntos y no me has dirigido la palabra, y se te ve en el rostro una molestia. ¿Qué ha ocurrido?
-       - ¿Le parece poco? –le contestó el discípulo- ¿Acaso es usted tan cínico? Estoy completamente desilusionado de usted. No merece llevar el título de Maestro. Ha deshonrado los principios de nuestra enseñanza. Nuestros principios nos prohíben ver o siquiera tocar a fémina alguna puesto que nuestro celibato es incuestionable. Y usted no sólo vio a la hermosa joven cuyas ropas mojadas dejaban ver su delicado cuerpo, sus caderas delineadas y sus juveniles y firmes pechos, sino que la cargó a hombros, poniendo sus manos en sus firmes y torneados muslos, y dejando que su cuello fuera acariciado con el suave, delicado y tibio roce de su entrepierna.

-       - Ay discípulo mío! –le contestó el Monje- cuán lejos estás de callar los mensajes de tus sentidos!  Yo lo único que vi fue a una persona que necesitaba ayuda. La cargué, la crucé el rió y en la otra orilla la dejé; pero tú, aparte de que la desvistes, una hora después la sigues cargando!

viernes, 22 de julio de 2011

Realidad objetiva o creadores de mundos?

  
Realidad objetiva o creadores de mundos?


Durante años, el hombre ha estado convencido de que la realidad que nos rodea es objetiva, es decir, que existe total e independientemente del observador. El Universo está fuera de nosotros, y el hombre, por razones desconocidas (ya sea por azar natural o por intervención divina) únicamente participa en él como un espectador, donde su influencia en la realidad está limitada a leyes que la rigen y que no se pueden modificar.
Esa ha sido la premisa desde tiempos remotos, sin embargo, aunque en el pasado algunos sistemas de pensamiento han cuestionado este  “orden natural objetivo”, la ciencia actual ha empezado a descubrir indicios de la posibilidad de estar equivocado.

La primera pista científica surge del estudio del comportamiento de las partículas sub atómicas: Cuando se revela la propiedad dual de la materia  “onda – corpúsculo”, se descubre que una partícula subatómica se comportan como onda de probabilidades, pero cuando un observador “mide” la acción, la partícula se “convierte” en un fragmento de materia colapsándose en una sola opción. Depende de la medición u observación de “alguien” para que la partícula se comporte de una manera u otra. Estos hechos sugieren entonces que el estado de la materia depende del observador de una manera mucho más directa de lo que antes se pensaba o se daba por hecho. Todo esto nos abre a una nueva posibilidad: que la realidad que nos rodea  no es tan objetiva como pensábamos.

Explorando filosóficamente estas sugerentes afirmaciones, volvemos a preguntarnos: ¿Qué es entonces la realidad? ¿Cómo está estructurada? ¿Cuál es nuestro papel en ella? ¿Qué es lo que llamamos “real”? ¿Qué tanto depende la realidad del observador para definirse? 

Si pensamos en este sentido, entonces podríamos pensar que la realidad o el universo es como un mar infinito y caótico de posibilidades,  y que cada individuo a cada instante hace “real” las partículas que “observa”. Ello me recuerda la descripción de Don Juan de Castaneda (Libro “Las Enseñanzas de Don Juan”), donde dice que todos somos un cúmulo de fibras luminosas que forman un globo, y que la percepción de cada uno depende directamente de cierta sincronización. Basta cambiar esa sincronía para ver un mundo completamente distinto.  “ El Universo es más grande y más misterioso de lo que siquiera podemos imaginar”, afirma Don Juan.

Pero si cada individuo haría “real” lo que vé, lo que convierte en real dependería de lo “conocido” para él, lo cual haría que cada persona percibiera y viviera en un mundo completamente diferente. Esto evidentemente se dá en ciertos niveles (“cada cabeza es un mundo” reza el refrán) pero, ¿Porqué todos percibimos en esencia un Universo similar? ¿Porqué todos vemos un suelo, un cielo, gente, etc.)? ¿Hay acaso alguna estructura “base” que no podamos modificar y que constituya el Universo de leyes que la física a descrito y que es independiente de nosotros? ¿O acaso dicha estructura base está “incluida” en una especie de programa que ”traduce” la realidad? Para ello se requeriría una especie de “programación” en la que todos estuviéramos “sincronizados” para poder percibir el mismo mundo que conocemos e interactuar en él.
¿Cómo se da este proceso de “hacer real” ese universo de posibilidades?

Se dice que el hombre ve lo que “quiere ver”. Yo podría decir que el hombre ve “lo que puede ver”.  Pareciera que el caos que nos rodea se define a través de nuestros sentidos mediante una “programación” implícita en nuestro sistema: nuestro cuerpo “traduce” la información que capta y lo transforma en el Universo conocido.

La realidad sería entonces como un juego de video: nosotros vemos un mundo con leyes, ambientes, personajes, peligros, etc., con el cual podemos interactuar a través de la pantalla actuando como nuestros ojos y los controles como el resto de nuestros sentidos. Sin embargo, la información y la estructura que lo forma está compuesta de millones de códigos y cadenas de información, que en esencia son sólo impulsos eléctricos ordenados con cierta lógica, y si éstos aparecieran en nuestra pantalla del salón de juegos, serían incomprensibles. Es sólo a través de un computador dotado de un programa específico que “traduce” esos códigos binarios para hacerlos comprensibles a nosotros. Así vemos imágenes que aparecen en la pantalla, que representan un mundo en el que podemos interactuar, aunque en realidad solo hay impulsos  eléctricos.

Los celulares son otro ejemplo, ya que el caos de señales digitales o microondas en el ambiente  son incomprensibles para nosotros hasta que un celular “traduce” esas señales en conceptos conocidos factibles para interactuar con ellos.

En ambos casos, estos dispositivos solo pueden traducir para lo que están programados, no pueden “ver” más allá, y solo ofrecen los medios para interactuar en la realidad que ellos traducen. No más. 

Si esto se aplica a nosotros, entonces solo podremos ver lo que estamos programados para ver, y será imposible ver más allá. ¿Qué tanto existe en este instante alrededor de nosotros que “no estamos programados” para percibir? ¿Estaremos rodeados de fenómenos o incluso de seres que no podemos ver?
Si esto es así, y la realidad está constantemente definida sólo por un observador, ¿Qué pasa con las cosas cuando no hay nadie que las vea? 

Dice un koan: “…¿si un árbol cae en medio del bosque y no hay nadie para escucharlo, hace ruido?
¿Cuál es el estado de las cosas cuando nadie las ve? ¿Acaso no están definidas y solo existen como posibilidad hasta que alguien las ve y las “define”? 

Siempre me gustó la obscuridad, la ausencia de luz se me imagina como una síntesis del caos que nos rodea, el cual borra todo detalle y todo se reduce únicamente a aquello que alumbramos o que tocamos. Si aplicamos lo que la mecánica cuántica a descubierto, y pensamos en la luz como un instrumento de “medida” de lo que nos rodea, (medimos lo que iluminamos), entonces… ¿lo que está en oscuridad total se “borra”, se descompone y desparece,  y solo cuando la luz lo baña se vuelve a formar?

Observando los videos de exploración abisal en el mar, me vuelve la pregunta anterior: será que, mientras nadie lo vea, todo ese mundo en total oscuridad es un caos de probabilidades y cuando el submarino mecánico lo alumbra “se define”? ¿Eso significa que mientras no hay nadie que lo observe, no existen?
Lo interesante es que si no están definidos, ¿qué los hace ser lo que son y como son cuando éstos se definen? ¿Porqué aparecen peces, camarones y cangrejos iguales a los que viven en condiciones menos extremas? ¿Porqué otros aparecen extraños o muy “diferentes” de lo conocido?

En la película Matrix, cuando hay un “error” en el sistema, aparecen fenómenos que nosotros llamamos paranormales: fantasmas, “deja vu”, ovnis, etc. Lo cual significa el “esfuerzo” del sistema por absorber el “error”.
¿Será entonces que los fenómenos que no conocemos nuestro sistema los traduce a lo que conocemos lo mejor que puede? ¿Es posible que las criaturas abisales son muy diferentes pero nosotros las “vemos” asi?
Si trasladamos al espacio exterior las preguntas de las zonas abisales marinas, encontramos algo similar: ¿Será que observando el espacio sólo vemos ”lo que podemos ver” y hay millones de fenómenos que pasan desapercibidos? O en  el espacio, como las fosas abisales, no existe “nada”, tan solo posibilidades, y sólo cuando lo observamos se definen cosas? 

Si como vemos, la ”definición” a cada instante de la realidad por cada uno de nosotros es crucial para nuestra realidad, ¿Qué tanto depende entonces el Universo de nuestra acción? ¿Qué tanto participamos en la “creación de cosas”? ¿Cuál es en realidad “nuestro papel” en el Universo? ¿Acaso la afirmación del New Age acerca de que “somos creadores de Universos” es cierta? O Quizá el Universo es solo un “juego de video” con una “plataforma base” y una “programación” determinada para que podamos interactuar en él. Pero si esto es así… ¿de qué está hecha esa “estructura” y “donde” se encuentra?
Y lo más misterioso: ¿Quién o Qué hace las programaciones exactas para crear la realidad que conocemos? Dios?
Interesante….

viernes, 24 de junio de 2011

Jesús y el Monje Zen


Caminaba Jesús rodeado de un grupo de gente muy numerosa, cuando advirtió que más adelante por el camino, expulsaban a patadas a un anciano harapiento. Al preguntar la causa de semejante comportamiento, preguntó cuál había sido el motivo.
Es que es un ateo, no cree en nuestro Dios – Le respondió un Hombre a Jesús.
Entonces, en que cree ese anciano? – Preguntó Jesús.
Es un anciano medio loco, – le respondió – El cree que el hombre debe superarse a si mismo, y bajo ese pretexto se la pasa de ermitaño orando en un idioma extraño y ayunando por periodos largos bajo una estricta disciplina.
Ayunando? – Preguntó Jesús. –Y qué más hace?
Es amoroso con los niños, respetuoso con los ancianos, y estricto con los adultos, – responde el hombre, - Nunca miente, nunca roba, nunca adultera, nunca fornica, evita todo tipo de violencia y jamás mataría ni a una mosca. De hecho por eso es vegetariano, porque no quiere dañar a ningún ser vivo. Siempre ayuda al desvalido aunque el se quede sin nada, y es por eso que anda harapiento. Nunca se cree más que nadie porque dice que todos te enseñan algo y dice que siempre está en constante aprendizaje.
Caramba! – Exclama Jesús- Se comporta como un verdadero Cristiano! Llámalo para conocerlo.
Lo siento Maestro – dice el hombre – Es un ateo y es indigno de tu presencia. Ya lo echamos lejos.
Mientras tanto el anciano, que era un Monje Budista Zen, sacudiéndose el polvo de sus harapos causados por el violento desalojo, se pregunta ¿quién será ese importante personaje?
Qué dices insenzato??? – Le reclama un hombre que lo escucha. – Acaso no sabes quién es El???  Es el Mesías!  El Hijo de Dios!! Es el Gran Maestro Jesucristo!!
Gran Maestro?? –Pregunta el Monje – Y qué es lo que predica?
El predica el amor, - responde el hombre -. Enseña que debes amar a tu prójimo como a ti mismo, incluso a tu enemigo, pues si te pegan debes poner la otra mejilla. Enseña a honrar a tus padres,  y a ser Humildes y Justos. Ayudar a los necesitados y enfermos, y nos invita a desprendernos de todas nuestras posesiones para seguirlo.
Caramba! – exclama el Monje Zen – Si predica todo eso entonces es un Verdadero Maestro! Llévame con Él para ponerme a su servicio.
Lo siento, ya no puedes acercarte, - le responde el hombre - , pues le hemos puesto una trampa y mañana lo crucificaremos!

lunes, 6 de junio de 2011

10 ERRORES ESPIRITUALES COMUNES



Generalmente sigo el blog de Rafa, y esta vez encontré este escrito que me pareció interesante y quiero compartirlo. No dejen de visitar la fuente. Saludos!


ALGUNAS CLAVES SOBRE EL EGO ESPIRITUAL
 
Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social.
A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.
La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta.

¿Cuáles son? Algunas escuelas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.
Algunos de los errores más comunes son los siguientes:


1.ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA
Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño.
En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan.
Dicho de otra manera, aquello que “sentimos” internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo.
La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.
La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.

2.ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.
La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretació n nunca será correcta ni completa.
El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.
En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.

3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE
No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar.
En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.
Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de Él. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.

4.ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS
En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.
Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.
Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

5.CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.
Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.
Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.
Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Para Él, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretació n y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.

6. SACRIFICARSE POR OTROS
No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.
El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.
El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.
La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.

7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO
Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal.
Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.
Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.
Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla.
Vivimos en un Universo Mental. “Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.

8.CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO
Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.
Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.
No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.
El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar.
Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.
Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio.
Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti.

9.CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA
Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior.
Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.
Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás.
Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.
Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no.
Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación.
Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENFADARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA PR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.
Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano.
Algunas de ellas son muy placenteras, otras no.
El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.
En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu.
Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.

Fuente:
http://www.rafapal.com/


jueves, 7 de abril de 2011

El famoso Gato de Schrödinger



Hace tiempo descubrí el famoso experimento mental del gato, pero curiosamente lo encontré bajo el contexto de que era una prueba irrefutable de las maravillas que la física moderna estaba descubriendo: la apertura de la ciencia a los misterios  casi mágicos de nuestra realidad.
Quizá lo entendí mal, o quizá los medios se dejan llevar por el sensacionalismo, (o todo lo contrario), pero después de investigar descubrí que tal experimento no es una prueba de la “magia” que se esconde detrás de la mecánica cuántica ni mucho menos. Simplemente es un planteamiento de un detractor de la teoría cuántica, para ilustrar lo absurdo o lo inútil que es tratar de compaginar el mundo subatómico con el universo macroscópico siguiendo de forma literal la “Interpretación de Copenhague”.
La traducción del artículo de Schrödinger de 1935 en la revista alemana Die Naturwissenschaften (Las Ciencias Naturales), donde hace mención al famoso experimento sería asi:
“…Pueden incluso plantearse casos bastante absurdos. Un gato está encerrado en una cámara de acero, junto con el siguiente aparato (que debe ser protegido frente a una posible injerencia por parte del gato): en un contador Geiger hay una minúscula cantidad de una sustancia radioactiva, tan pequeña que tal vez, en el transcurso de una hora, uno de los átomos se desintegre, pero también, con igual probabilidad, ninguno lo haga; si sucede, el tubo del contador Geiger se descarga y, a través de un relé, libera un martillo que rompe un pequeño frasco de acido cianhídrico. Si se deja este sistema aislado durante una hora, podríamos decir entonces que el gato seguirá vivo si ningún átomo se ha desintegrado. La función de onda de este sistema expresaría esto incluyendo el gato vivo y el gato muerto  mezclados o esparcidos a partes iguales…”

Debido a que no soy un físico experto, pido de favor si algún académico lee estas humildes líneas, escriba las correcciones pertinentes.
Haciendo un poco de historia, cuando los científicos estaban estudiando las partículas subatómicas, descubrieron que la materia llegaba a un punto que se hacía “borrosa”. Era imposible conocer con exactitud las características de éstas partículas en su estado natural. Para acercarse al problema surgieron dos puntos de vista:
Los “Realistas” o Relativistas (liderados por Einstein) decían que no teníamos los conocimientos ni la tecnología para medir esos factores nebulosos o borrosos, y que con el tiempo podría ser posible cuantificar y despejar la parte de la materia que se ve borrosa y quedaría todo claramente exacto y explicado tal y como la Teoría de la Relatividad mide los fenómenos macroscópicos.
Por otro lado, la “Interpretación de Copenhague”, (liderada por Heisenberg bajo la escuela de Bohr), decía que según sus cálculos y experimentos es imposible ir más allá de la cualidad borrosa de la materia, por lo tanto, esa parte borrosa es la materia en si, y que ya no había más por descubrir. Pero, ¿de qué manera se podía estudiar, medir y experimentar con esa materia borrosa? Los Físicos Cuánticos desarrollaron modelos matemáticos con base en las leyes probabilísticas de manera que esa materia borrosa se traducía en un modelo matemático (Estado Cuántico u onda de probabilidades) el cual se podía experimentar, estudiar y medir. Esto constituye la Teoría Cuántica.
Para ilustrar lo anterior, imaginemos a un electrón como una pelotita dando vueltas alrededor del núcleo de un átomo. El problema es que gira tan rápido que no se ve una pelotita dando vueltas, sino que debido a su velocidad solo se ve una “nube” alrededor del núcleo. Los Relativistas dirían que solo vemos la nube porque no tenemos la capacidad de ver a la pelotita dando vueltas, pero que con el tiempo desarrollaremos los medios para hacerlo. Los cuánticos por su parte, dirían que es imposible encontrar los medios para “ver” a la pelotita dando vueltas al núcleo, por lo tanto la nube completa es la pelotita y para estudiar sus características y comportamiento la nube se traduce a un modelo matemático.
Schrödinger, partidario del grupo de Einstein, propone el experimento del gato para ilustrar las diferencias entre estos puntos de vista:
Desde el punto de vista de los relativistas, el gato estará vivo o muerto independientemente del observador. Si se desintegra el átomo y se activa el dispositivo del veneno, el gato muere, y si ocurre lo contrario, el gato vive, y cuando se abre la caja simplemente se observará lo que sucedió. Pero mientras no se le mira, el gato no está en ningún estado “mágico” vivo-muerto.  Simplemente vivirá o morirá dependiendo de lo que le pase al átomo y al abrir la caja  se descubrirá que pasó.
Pero desde el punto de vista de los Cuánticos, al tener 50% de probabilidad que el gato esté vivo y 50% muerto, y no lo vemos porque la caja está cerrada, el gato se vuelve borroso (un estado vivo-muerto). Sólo cuando se abre la caja, el gato se colapsa en una u otra posibilidad. Y es ahí donde se ha dejado llevar la imaginación de todos, pues para los cuánticos, mientras no se mire, el gato estará en un estado donde se cumplen ambas características vivo-muerto al mismo tiempo. ¿Cómo será ese estado mágico del gato borroso? ¿Qué siente el gato? ¿Qué pasa si en vez de gato metemos a una persona? ¿Qué sentirá? ¿Qué verá? ¿Sucederán ambas cosas en Universos Paralelos en los que en uno vive y en otro muere? ¿La información del gato se filtra a través de la caja al entorno gracias a la Decoherencia???
Como vemos con éstas preguntas, nos hemos olvidado que el estado aparentemente “mágico” del gato vivo-muerto al mismo tiempo, es sólo una interpretación matemática, mas no es un estado “real” del gato. Un simple intercambio de puntos de vista, que ha dado a las más grandes y peregrinas interpretaciones.
Sin embargo, hay datos curiosos que nos hacen ver que la realidad es más extraña que la ficción:  Los “Realistas” parecen lógicos, pues explican las cosas tal y como las vemos, y si le sumamos que eran liderados por Einstein, que mejor garantía de que están en lo cierto. Los de la Interpretación de Copenhague parecen soñadores que creen en la magia y cosas extrañas, como que una partícula puede estar en dos lugares al mismo tiempo, universos paralelos y cosas extraordinarias. Sin embargo éstos últimos, contrario a lo que se podría pensar, vienen de una de las escuelas o sistemas de pensamiento más cerrados de la ciencia: Niels Bohr, decía que “… únicamente lo que se puede medir es ciencia, y lo que no se puede medir son solo fantasías y no tienen caso hablar de ellas”. Bajo este precepto está basado la Interpretación de Copenhague, puesto que  Heisenberg únicamente mediante mediciones concretas descubrió su famoso Principio de Incertidumbre.
Y para más curioso, gracias a los modelos matemáticos y leyes probabilísticas de la Física Cuántica, los científicos están encontrando que la Interpretación de Copenhague tiene razón en un sinfín de investigaciones, comprobaciones y experimentos, teniendo muchos de ellos ya una aplicación real en aparatos y dispositivos tecnológicos. Entonces… ¿quién tiene la verdad, los “soñadores” o los “realistas”?
Muchos dicen que es muy temprano para decir cuál de los dos puntos de vista gana, incluso cada año nacen nuevas teorías que tratan de explicar el extraño, elusivo y borroso mundo de las partículas sub atómicas. Como suele hacer el tiempo, quizá dentro de mucho descubramos que ninguna de las dos era cierta, o que las dos lo eran o que ninguna aplicaba para descifrar el misterio, sino más bien todo lo contrario, pero no podemos negar que el viaje para descubrirlo será fascinante!