martes, 13 de octubre de 2009

Los peligros de entrar a otras realidades

Me animé a escribir esta pequeña reseña a raíz de un acontecimiento difícil cercano a mi persona. Lo escribo como recordatorio a todos aquellos que se olvidan que la exploración de otras realidades y otros estados de conciencia sin preparación es una estupidez (como lo decía el mismo Don Juan). Se debe de tener una preparación muy fuerte de la persona para explorar las otras formas de existencia:
Resulta que un joven como de 20 años, tenía problemas de drogas. Salía de rehabilitación pero no podía dejarlas al 100%. Un día, junto con su novia, se les ocurrió la idea de probar el Peyote, una planta alucinógena que produce fuertes estados alterados de conciencia, y que se hiciera famosa en los años 60’s por los libros de Castaneda. Se fueron a un pueblo famoso por ofrecer estos “viajes” con peyote, y una noche fatídica todo resulta confuso. Algunos dicen que los vieron ingiriendo tal planta, otros combinándola con alcohol, o incluso con otras drogas. Total que solo los vieron salir al desierto y nadie supo más. Al otro día encontraron al muchacho golpeado y delirante, y en sus brazos tenía a su novia muerta con rasgos de una violencia indescriptible que la llevó a la tumba. Incluso el muchacho tenía pedazos de piel y sangre en sus uñas y manos, claro indicio que en su “viaje” acabó con su vida de una forma horrible.
El muchacho está destrozado moralmente (ni que decir de la familia de la muchacha) y solo piensa en quitarse la vida, lo cual es muy probable que pase al estar en la cárcel con probabilidades de pena de cadena perpetua.
Que fue lo que en realidad sucedió esa noche? Quizá ni siquiera el muchacho lo sepa….
Y porqué tendría curiosidad de probar el Peyote? Quien es Carlos Castaneda? Y Don Juan? De que se trata todo esto?
Las siguientes líneas tratarán de explicar a grandes rasgos las respuestas a éstas preguntas. Espero que sirva de introducción para quienes todavía no descubren el interesante mundo de Don Juan.

Carlos Castañeda y Las Enseñanzas de Don Juan: Una puerta a otras realidades.

Carlos Castaneda, un chicano al que se le conoce como “El Padrino del New Age”, sorprendió al mundo a finales de los 60’s al contar sus experiencias con un Brujo o Chamán de origen indígena, que se hacía llamar “Juan Matus”. Todo comenzó cuando el entonces estudiante de Antropología en Los Angeles, quiso hacer su tesis profesional haciendo un estudio del uso de plantas medicinales entre los Indios Yaquis, residentes antiguos del Desierto de Sonora (que abarca parte del territorio norte de México y algunos estados sureños de Norteamérica.
En su primer libro “Las Enseñanzas de Don Juan”, relata que sus trabajos de tesis consistían en entrevistar “en campo” a los curanderos y chamanes indios, para descubrir los métodos y usos de las diferentes plantas medicinales. Sin embargo, cuando llegó al apartado de “Plantas Alucinógenas”, le recomendaron que hablara con un indio “que siempre andaba borracho y que estaba medo loco”, pero que era experto en peyote y otras plantas psicotrópicas. Al entrevistarse con él, “Don Juan” accedió a contarle los secretos del Peyote, sólo si pasaba con él un tiempo “aprendiendo” a ser “Hombre de Conocimiento”, y es ahí donde comienzan las peripecias de Carlos al adentrarse de la mano de Don Juan a un universo del cual el Peyote sólo era una parte insignificante. A través de interesantes ritos, “brujerías” y tomas de plantas alucinógenas, Don Juan le explica a Carlos que es poseedor de un conocimiento “del México Antiguo”, el cual se basa en la práctica del “Camino del Guerrero”, consistente en obtener una voluntad férrea (Poder personal) a través de la autodisciplina y autocontrol de sus impulsos llevando una vida “de hacer impecable”. Todo esto con el fin de convertirse en “Hombre de Conocimiento”, el cual tiene el poder de “Parar el mundo”, es decir, de detener los procesos cognoscitivos del ser humano logrando con ello poder “ver” la “Otra realidad”, o lo que es más exacto, ver la estructura que compone nuestra realidad y los seres extraños que la habitan, los cuales una persona ordinaria no puede ver. El mismo Don Juan, decía que era una estupidez adentrarse a estos mundos sin preparación ni disciplina, pues corrían peligro mortal al enfrentarse a los seres extraños que ahí habitan, o simplemente volverse loco al ver una realidad que no es la ordinaria.
Ciertas características de esa realidad “no ordinaria” se describían de forma muy similar al código verdoso que presenta la Película “Matrix”, razón por la cual muchos creen que dicha película tiene mucho trasfondo de Castaneda.
En el segundo libro llamado “Una Realidad Aparte”, Carlos descubre que el entrenarse mediante ingestas de plantas alucinógenas, hacer rituales y brujerías, y llevar una vida “impecable”, no sólo es con el fin de obtener el Poder para “ver” la estructura de nuestra realidad y maravillarse con el “vasto, enigmático y desconocido” Universo que nos rodea, sino descubre que todo tiene el fin “que todo hombre debe tomar como su único y primordial propósito”: el trascender la vida material.
Don Juan decía que, el quedarse maravillado “viendo” el “Mundo de los Brujos” era tan inútil como quedarse en la realidad ordinaria. Don Juan afirmaba que, los mexicanos antiguos descubrieron que somos seres dependientes de la materia para existir, pero que también había otros seres que no requerían la materia y existían independientemente de ella, y que ése era el máximo propósito del hombre, puesto que va a morir. Para lograr esto, se requería la máxima fortaleza, el máximo poder del Guerrero, porque era su tarea cumbre: Dejar de ser un Hombre para convertirse en un ser que no necesita de la materia para existir (“Dejar tu forma humana”).
En el tercer libro “Viaje Ixtlán”, Carlos descubre que esta máxima tarea del Guerrero o del “Hombre de Conocimiento”, el abandonar su forma humana, es una tarea en solitario, porque significa entregar la vida misma, cual monje se entrega a su doctrina.
A muy grandes rasgos y omitiendo muchísima información valiosa del “Camino del Guerrero”, esta es la temática, cual más interesante, de los tres libros que conmovieron al mundo a finales de los 60`s.
Tanto impacto tuvieron en la gente que por eso se le llama “El Padrino del New Age” y hasta nuestros días se puede observar la influencia de tal tesis. Incluso hasta Homero Simpson tiene “Un viaje” al desierto después de comer chiles guatemaltecos, en una clara alusión al trabajo de Castaneda.

Surgen las dudas del relato.

Como siempre, surgen detractores de cualquier cosa, y muchos no tardaron de tachar a Castaneda como un fraude. El hecho que la “ciencia oficial” no ha encontrado rastros de dicha “sabiduría del México Antiguo” en ningún estudio de las culturas mesoamericanas, fue el punto de partida para abrir la posibilidad de que no fuera cierto.
Lo anterior, sumado al surgimiento de un grupo seguidor de Castaneda (con él de líder por supuesto), con ciertos tintes “mesiánicos”, así como la incongruencia de sus trabajos posteriores, dieron la pauta a sus detractores para tacharlo de fraude, y para afirmar que Don Juan nunca existió.
A esto hay que sumarle la desaparición de dos de sus “esposas”, quienes presumiblemente dieron el “salto” (junto con él) hacia la “otra” realidad.

Lo cierto, es que la trilogía de sus primeros libros, están llenos de una sabiduría tan profunda que muchos se resisten a creer que un fraude pueda ser tan certero en verdades universales.
Quizá nunca sabremos la verdad, (sino hasta que muramos), pero la influencia de Don Juan sigue y seguirá cautivando la imaginación y las vidas de muchas generaciones.

El peligro de la facilidad.

El hombre por naturaleza busca lo fantástico de la mano de lo más fácil, y Las Enseñanzas de Don Juan no son la excepción. Muchos creen que tan solo por ingerir peyote (como el adolescente de mi anécdota) ya verán las otras realidades y estarán a un paso más allá de los que vivimos la realidad ordinaria. Incluso hay muchos charlatanes que se autoproclaman “maestros” y “guías” de las enseñanzas de Don Juan y llevan a grupos sectarios o mesiánicos a los débiles de mente y voluntad.
Todos se dejan llevar por la fascinación (o el morbo) de “ver” otras realidades o de experimentar situaciones “no ordinarias”, pero olvidan las enseñanzas primordiales: Se necesita llevar una vida “impecable” para obtener una voluntad férrea y un poder de un Guerrero, ANTES de siquiera asomarse por la ventana de la realidad. De otra manera, es una auténtica estupidez. El muchacho de mi relato le ha costado la vida de su novia y la suya propia….
Es por ello que invito a todos, a recordar que no existen métodos “fáciles” o fantásticos para lograr una evolución. El punto donde coinciden toda religión o filosofía es que para lograrlo se requiere simple y llanamente la disciplina de domarse a si mismo y hacer lo correcto. No hay de otra. No hay fórmulas mágicas. El sendero de la evolución empieza aquí, enfrente de cada uno de nosotros, sin fuegos artificiales, sin extravagancias. Aquí y ahora cada uno se enfrentará a si mismo. Y tarde o temprano todos y cada uno de nosotros lo entenderemos.