Que soy? Resumen... (partes 1 a 7)

La evolución de las especies se debe a su complejidad. Los átomos crean relaciones entre si cada vez mas complejas formando especies como nosotros, a través de la selección natural.
Si ponemos en un mismo cuarto a una bacteria y a una hormiga, ambas están separadas en su complejidad por millones de años de evolución. Cada una vivirá en su propio mundo que su propia complejidad le permite, y la bacteria no podrá reconocer a la hormiga, ni la hormiga a la bacteria, aunque esten en el mismo cuarto serán invisibles entre si.
Si ponemos ahora a un hombre y a una hormiga en el mismo cuarto pasará lo mismo. Ambas especies están separadas en su complejidad por millones de años de evolución y cada una vivirá en su propio mundo que su nivel de complejidad le permite reconocer. Aunque el hombre si puede ver a la hormiga y conocer su sociedad y su mundo, la hormiga será incapaz de captar al hombre, reconocerlo como individuo, ni mucho menos reconocer su sociedad, ni su mundo, ni su conocimiento. El nivel de complejidad de la hormiga no le permite "ver" al hombre. Quizá perciba movimiento, energía, vibración, presencia, pero jamás lo podrá ver, ni mucho menos comunicarse con él.
Asi el hombre tampoco podrá comunicarse con la hormiga, aunque podría matarla (solo la apachurra con el dedo), podría crearla (si obtenemos su ADN podemos clonarla), podría crear su mundo (construir su terrrario para que viva su colonia), y podría controlar su destino (si la tiene como mascota). Asi seríamos el "Dios" de la hormiga.

Por simple observación, la evolución no es lineal, es decir, no debe extinguirse la bacteria para que haya una hormiga, y la hormiga no se extinguió para que haya un hombre. Los tres niveles de evolución ( o de complejidad) existen en el mismo espacio. Podemos pensar entonces que puede haber un organismo más evolucionado que nosotros a la misma distancia en millones de años que lo que estamos nosotros de la hormiga. ¿No hay pruebas de su existencia? Recordemos que éste superorganismo sería tan complejo que nosotros no tendríamos la capacidad para reconocerlo, ni verlo ni captarlo, como una hormiga es incapaz de hacerlo con el hombre. Sería de un nivel de complejidad tal, que no podría comunicarse con nosotros, como nosotros no podemos hacerlo con la hormiga. Y quizá tambien tenga los conocimientos y las herramientas para crearnos a nosotros, matarnos, crear nuestro entorno y controlar nuestro destino, de la misma manera que nosotros podemos hacerlo con la hormiga.

Entonces no es tan descabellado, hablando desde el punto de vista evolutivo, que existan niveles superiores de complejidad arriba del de nosotros, aunque seamos incapaces de captarlo.

Ya la discusión de que sea un "Dios", con cierto nombre, es otra historia....

Que soy? parte7: Luego entonces, soy...

Creo que ya podríamos acercarnos a responder la pregunta:
Independientemente de que hayamos evolucionado o que un ser superior nos haya creado, independientemente de que nuestra complejidad haya sido natural o inducida artificialmente, puedo saber que Soy un organismo cuya complejidad me ha proporcionado la conciencia para saber que existo en un entorno. Este entorno es mi realidad. Sin embargo, mi misma complejidad (o sencillez) no me permite vislumbrar ni el principio ni el fin de mi existencia, en un mar de infinitas posibilidades.

Soy una conciencia "reciéntemente conciente" de si misma, atrapada en mi primitivo punto de vista, enmedio de un universo infinito, misterioso y desconocido.

Alguien dijo alguna vez: "Los hombres son unos insignificantes monos caprichosos vagando en su diminuto pedazo de roca en medio de la nada, creyendo que lo saben todo".
No he encontrado mejor definición de nuestra especie...

Que soy? Parte 6: Ahora yo soy un Creador...

La afirmación de que un ser complejo pueda crear universos y seres, la podemos ver aqui mismo, en nuestra humanidad. Sólo necesitamos una materia prima.
Nosotros estamos hechos de átomos, y afirmamos que, cuando se crean estructuras complejas de éstos átomos surgen seres vivos, los cuales desarrollan la conciencia (ser y estar), creando su universo propio en donde existen en un entorno. Pero todo sigue siendo átomos...

El hombre ha empezado a crear entidades, a partir también de una sola materia prima: apagado/prendido. Pulso/no pulso. LLeno/vacio. Impulsos eléctricos que combinados dan el lenguaje binario, (1/0), base de toda la cultura digital.
En estos mundos virtuales, creados por computadoras, el hombre también ha jugado a ser Dios, creando "seres" que van creciendo en complejidad: Primero son simples comandos u órdenes, semejantes a los organismos más simples (pero vivos) de nuestra realidad: Los virus.
Estos "virus" digitales son capaces de buscar, infectar, autoproducirse y mutarse si son atacados. Y es la misma materia prima de 1/0, pero teniendo relaciones y estructuras complejas.
Y de igual forma que con los seres hechos de átomos, los seres digitales se van haciendo cada vez más complejos, y todo indica que llegarán también a desarrollar la conciencia (soy y estoy) mediante lo que un dia llamaremos IA: Inteligencia Artificial.
¿Hasta donde llegarán estos nuevos seres digitales?

Si el hombre ha sido capaz de crear estos nuevos seres digitales y su entorno (mundos virtuales), ¿no resulta descabellado pensar que un super-ser pueda habernos creado a nosotros mismos?

Que soy? Parte 5: Y Dios creó al hombre...

Seguimos frente a una hormiga en una habitación. Somos infinitamente más complejos que ella.

¿Podemos matarla? si, solo tenemos que apachurrarla con el dedo.
¿Podemos crear una? Si, solo tenemos que obtener su ADN para clonarla.
¿Podemos crear su entorno? si, solo tenemos que construir una terrario para que viva su colonia.
¿Podemos manipular su destino? si, solo tenemos que decidir si la conservamos, o destruimos su habitat.

Entonces, nuestra complejidad nos permite tener los conocimientos y las herramientas para crearla, destruirla, crear su entorno y manipular su destino....

¿Hay alguien allá afuera? ¿Hay alguien infinitamente más complejo que nosotros aqui y ahora?
Si la respuesta es si, porque la evolución puede permitirlo, entonces, es muy posible que éste ser, infinitamente más complejo que nosotros, tenga los conocimientos y las herramientas para crearnos, destruirnos, crear nuestro entorno y manipular nuestro destino...

De ésta manera, la evolución, abre la posibilidad de que un super-ser nos halla podido crear.

Que soy? Parte 4: Hay alguien allá afuera?

El conocimiento depende del nivel de complejidad del organismo, haciendo casi imposible la comunicación entre un ser de un nivel de cierta complejidad a otro. De ésta manera, podemos hablar que la "realidad" es interpretada (o traducida) desde cada complejidad, siendo cada interpretación totalmente diferente e independiente de un nivel de complejidad a otro, produciendo asi, cada observador su Universo. Así, si ponemos en la misma habitación a un paramecio, a una hormiga y al hombre, tendremos 3 universos diferentes, 3 interpretaciones diferentes de la realidad creadas por la complejidad de cada observador.
Si bien es cierto que el hombre, el más complejo de los tres, tiene la capacidad de ver e interpretar el universo de los otros dos, éstos no tienen la capacidad de ver el universo del hombre. Recordemos que la capacidad del hombre para entender el universo de los otros dos es limitada a su propia complejidad, por lo que, inclusive, podemos afirmar que el hombre no "ve" la realidad del universo de los otros dos, sino una "interpretación" de ellos limitada por su propio conocimiento. Esto significa que las hormigas y los paramecios quizá NO SON como los vemos, sino tienen la forma que nuestra complejidad nos permite ver.

De ésta manera, cada especie está irremediablemente presa de su propia complejidad, siendo imposible "ver" las cosas desde otra manera. El paramecio verá las cosas como solo el paramecio puede. La hormiga sólo podrá ver el universo desde su perspectiva, y el hombre sólo podrá ver su entorno y el de los demás desde el punto de vista del hombre, siendo completamente incapaz de ver más allá de lo que su complejidad se lo permite.

De ésta manera podemos concluir que el hombre no ve lo que "es" porque sólo ve lo que PUEDE ver. ¿Algún día PODREMOS ver lo que "es"?

Hasta aqui, todos los cientificos y evolucionistas estarán de acuerdo conmigo. Así está escrita la "versión oficial": El hombre, el organismo más complejo de todos. La cumbre del proceso evolutivo.

Pero me pregunto, si en una misma habitación se ha podido hacer coincidir a 3 organismos, cada uno sumergidos en sus universos propios, y separados complejamente hablando entre si por millones de años de evolución, y que el menos complejo es incapaz de reconocer al otro más complejo.... ¿que posibilidad hay de que el hombre no sea el organismo más complejo, sino que exista un organismo tan complejamente separado del hombre como éste de la hormiga? Si entre el hombre y la hormiga hay millones de años de complejidad, ¿cómo sería un organismo, con esos mismos millones de años de complejidad mayor que el hombre?
Si tu piensas que eso no es posible, te recuerdo que el organismo menos complejo será incapaz de reconocer o percibir al organismo y su universo mas complejo que él. Y si en este mismo planeta, en este mismo espacio-tiempo cohexisten seres tan diferentes en complejidad, ¿porque no es posible que exista una especie de super-organismos infinitamente más complejos que nosotros, aqui y ahora? Serían tan diferentes, que nuestra complejidad (o sencillez, en comparación con ellos) no nos permite siquiera imaginar como serían, de la misma forma que la hormiga es incapaz de reconocer al hombre.
Este super-organismo podría estar en la misma habitación que nosotros, pero sería tan irreconocible que quizá solo percibriríamos sombra, masa, movimiento, o vibración. Y éste quizá sea tan complejo, que no tenga la facultad para comunicarse con nosotros, como el hombre no puede comunicarse con la hormiga.
Y su universo? Sería igualmente irreconocible para nosotros, de la misma manera de que no podemos ni ver ni detectar a la "materia oscura": suponemos que está ahi, pero no hemos podido demostrarlo.
De ésta manera, ya no suena tan descabellado la existencia de entidades desconocidas de las cuales solo vemos sombras, esferas, luces, o presencias, ya que seremos totalmente incapaces de "verlas" realmente. Quizá por eso, el SETI no recibe señales extraterrestres y las sondas espaciales no acaban por encontrar vida, porque nuestros conocimientos, instrumentos y lecturas están condicionados a nuestra propia complejidad. ¿Cómo podríamos ver o percibir a estos superseres en marte? ¡no salen en la foto!
Quizá la pregunta de "¿Hay alguien allá afuera?" debamos hacerla no hacia el espacio exterior, sino a los niveles superiores de complejidad en nuestra propia habitación....

Que soy? Parte 3: Entre un hombre y una hormiga.

Hemos definido que la vida surge de la complejidad de la materia, y que incluso, dicha complejidad generará eventualmente conciencia. "La materia crea la conciencia".

Imaginemos que ponemos en una habitación una hormiga y un hombre.
El nivel de complejidad de cada uno lo definirá y definirá su entorno. Cada uno está en SU PROPIO universo.
La hormiga será incapaz de percibir el universo humano. Su complejidad no es suficiente para que reconozca al ser humano como un individuo. Podrá ver un objeto enorme, podrá ver el movimiento o quizá solo percibirlo. Pero nunca podrá, en su infinitamente complejidad menor, siquiera entender que es un humano, mucho menos su entorno (sociedad, ciudades, conocimiento, etc).
Pero, a diferencia de la hormiga con el paramecio, el hombre si es capaz de reconocer el universo de la hormiga, aunque su complejidad dista de ésta millones de años. El hombre puede ver el entorno de la hormiga, su sociedad y de lo que se alimenta. Sin embargo, el conocimiento del hombre es limitado a su complejidad. El hombre nunca podrá comprender en su totalidad, lo que motiva a la hormiga, porqué actúa de cierta manera. Podrá ver su sociedad, pero nunca podrá saber los secretos de su funcionamiento. Jamás podrá comunicarse con la hormiga, no podrá jamás decirle "Hola! cómo estás?". Ambas complejidades crean una barrera muy difícil de franquear. Es más fácil que una complejidad "superior" pueda entender a una "inferior", pero jamás podrán tener contacto o intercambio total en plena conciencia de una a otra.
Y cuando hablamos de "inferior" o "superior", no significa que una especie sea "mejor" que la otra. Simplemente es más compleja una de la otra.

Que soy? Parte 2: La sensación de "ser y estar".

Entre más complejo es un organismo, aumenta su tamaño, sus necesidades, su interacción con el entorno, y su participación en el universo.

Pero, ¿y la conciencia?. ¿En qué momento surge?
Podemos definir la conciencia como el estado que tiene un organismo para "saber" (o darse cuenta) de que es un individuo y que existe en un entorno. No es difícil concluir que la "conciencia" también puede ser el resultado de un nivel sumamente elevado de complejidad: Si los átomos (nuestra unidad de medida de la materia) crean un entramado tan supercomplejo como para generar un órgano (el cerebro), capaz de regular las funciones e instintos que requiere el organismo para sobrevivir, la evolución de éste órgano producirá eventualmente la sensación de existencia y de entorno.
De lo anterior podemos afirmar que ésta "sensación" de ser y estar, también dependerá en su profundidad, del nivel de complejidad de el organismo, siendo su percepción del mundo tan compleja o sencilla como su estructura.
La conciencia (saber que soy y estoy) entonces también determina mi "universo".

Pongamos de ejemplo un paramecio y una hormiga, cuyas complejidades están separadas por millones de años:
El paramecio, organismo unicelular, tendrá su "conciencia" directamente proporcional a su nivel de complejidad. Como es capaz de alimentarse, reproducirse, y moverse en su entorno, podemos afirmar que está "sumergido" en SU PROPIO universo. Su nivel de complejidad le proporciona una conciencia, un horizonte, un principio y un fin a su existencia.
De igual forma, una hormiga está "sumergida" en SU PROPIO universo. Su entorno y conciencia está definido por su complejidad, (mucho mayor que el paramecio), y "sabe" su papel, "conoce" su lugar en la colonia, donde encontrar su alimento, como reproducirse.

Asi vemos, que tambien el conocimiento de un organismo depende directamente de su complejidad. La hormiga reconoce su universo, pero es completamente incapaz de conocer el universo del paramecio. A su vez, el paramecio tampoco posee la complejidad para reconocer el universo de la hormiga. Ambos pueden estar en la misma habitación, y no podrán reconocerse uno al otro. Serán invisibles uno al otro. estarán en Universos diferentes aún estando en la misma habitación. Vemos como el nivel de la complejidad definirá a cada uno y a su entorno.

Que soy? Parte 1: de Evolucionista a Creacionista.

Desde tiempos remotos, el hombre, al tener conciencia de su individualidad y de su existencia en un entorno, se ha preguntado "¿Quien soy?". Sin embargo, la pregunta más acertada para resolver el misterio de nuestra existencia debería ser: "¿QUE soy?"

Durante años los evolucionistas han defendido la teoría de que somos seres vivientes que evolucionamos de formas inferiores hasta lo que somos hoy. Podemos decir que es el punto de vista científico, e incluso materialista: "La materia da origen al espiritu".
De forma contraria, los creacionistas defienden la tesis de que somos creados por un ser superior, el cual no sólo nos otorga la vida, sino que también crea nuestro entorno (el Universo). Podemos decir que es la versión religiosa: "El espiritu crea a la materia".

Independientemente de que el Universo nos demuestra de que TODA posibilidad puede existir, creo que las dos teorías de el origen de nuestra especie pueden ser correctas. Pero, ¿de que manera pueden ser ciertas a la vez si son contradictorias?

Exploremos la versión de la ciencia "oficial": La evolución.
Para comprenderla mejor, podemos primero establecer de qué esta hecha la materia para saber como se transforma: Aunque no sea la partícula más pequeña, podemos afirmar que toda materia, inerte o biológica está compuestas exactamente de lo mismo: átomos. Pero, ¿qué diferencia existe entre un cristal y un animal unicelular para que uno tenga vida y otro no, a pesar de estar hechos de lo mismo?
La respuesta la podemos encontrar en la manera en que se acomodan o se relacionan los átomos entre si, es decir, en la complejidad de su entramado: Mientras que en un cristal los átomos se acomodan uno contra otro de manera ordenada y simétrica, en un organismo unicelular, se acomodan en relaciones complejas, formando proteinas y compuestos orgánicos que dan como resultado un organismo capaz de estar "vivo", aunque en escencia, ambos están hechos de la misma sustancia.
Entonces podríamos señalar que la vida, es el resultado de una interacción compleja de átomos, que dan como resultado un ser vivo. ¿Qué desencadena esa complejidad? La ciencia no lo sabe con certeza, pero puede vislumbrar cierta conjunción de condiciones para que la "sopa primitiva" existente en la tierra en sus primeras etapas, pudiera generar los primeros organismos unicelulares vivientes.
Estos primitivos organismos unicelulares, (sin saber a ciencia cierta porqué), generan organismos cada vez más complejos, y a su vez, éstos generan otros más complejos, y asi sucesivamente, formando una cadena o proceso natural de seres que cada vez más se "complican". En pocas palabras de eso se trata la evolución: de la creación de organismos cada vez más complejos bajo el pretexto quizá, de la adaptación para la supervivencia. Al menos, eso señala la "versión oficial" científica.

Es asi como podemos decir, que la vida es el resultado de la "complejidad" de los elementos quimicos primarios. La materia crea la vida.