lunes, 9 de agosto de 2010

La crueldad infringida a las mascotas





Las personas, tan ciegas como estamos, no nos damos cuenta que arrastramos en nuestra ignorancia a los seres desafortunados que tienen la mala fortuna de toparse con nosotros.

Un amigo cuenta que, su hijito de 3 años, vió un pequeño conejito en el mercado y se empeñó tanto en tenerlo, que no paró de llorar hasta que sus padres se lo compraron. El niño, al no tener conciencia del pequeño ser que tenía en sus manos, lo puso a soportar sin quererlo, una tortura con sus bruscos juegos hasta que lo mató. El papá del niño platica el asunto como si fuera una gracia, o una anécdota más. ¿Cómo es posible que no se de cuenta de lo terrible del asunto? Pero una amiga de mi novia fué peor: Su suegra tiene una perrita, a la cual la ha intentado asesinar por todos los medios: Le ha dado veneno en la comida, le ha dado vidrios para que le explote el estómago, se alegra que se caiga de la azotea "a ver si asi se muere", pero por una extraña razón, la perrita continúa con vida (toda mareada, pero con vida). Cuando le preguntas porqué quiere matarla, ella contesta "esque es muy cochina". Lo terrible del caso es que lo platica como si fuera una gracia. ¿Porqué esta persona, que es una buena persona, no se da cuenta de lo terrible de sus acciones? ¿Porqué está tan ciega de sus estupideces al tratar asi a un pequeño ser? ¿Cuántos perritos, conejos, gatos y toda clase de animalitos están en esas terribles situaciones?

Basta ver alguna tienda de mascotas, para ver la cantidad y variedad de seres arrastrados a manos de gente estúpida, ciega e indiferente, que compran una vida sin tomar conciencia del sufrimiento que causa a un ser tan solo por cumplir los caprichos de un niño malcriado.

Y no hay diferencia del sufrimiento infringido a estos indefensos seres por su tamaño: Un Acuarófilo profesional acaba de darse cuenta de la terrible verdad de su hobby que ha renunciado a él:

http://acuariorosa.com/2010/01/20/%C2%BFla-acuariofilia-es-un-hobby-cruel/#comment-1695

Y así como él, fué como yo me dí cuenta del tema que nos ocupa, con unos bonitos peces de acuario:

Desde pequeño fuí aficionado a los peces, y tuve mis primeros tanques por el placer que me provocaba el tener un pedacito de río en mi casa, sin importarme la elevada mortandad de los pequeños bichos. Fué una vez que por mi ignorancia, puse en mi tanque un tiburon cola roja con guppies, para lo cual el pequeño tiburón no paraba de perseguir a los otros nobles bichos, y cuando me mató uno, arremetí contra el desdichado pez cola roja, maltratándolo con la red, como si pudiera hacerle "entender" que lo que hizo estuvo mal, cuando el pobre animal simplemente hacía lo que le dictaba su instinto: proteger su territorio. Fué ahi que comprendí que la ignorancia nos lleva a hacer estupideces y que mis pobres bichos estaban en manos de un idiota. Fué en ese instante que abandoné mi afición.



Tiempo después, mi novia me regaló un beta en un pequeño recipiente de cristal, (cual prisión nazi), solo porque estaba de moda meter betas en recipientes y regalarlos como adornos de clase media o centros de mesa. ¡¡¡Que gran irresponsabilidad de la gente!!!! Miles de desdichados animalillos en pequeñas peceras se regalan por gente estúpida que no alcanza a ver que está sometiendo a un pequeño ser a una crueldad terrible!! Yo cometí de nuevo idioteces al pensar que "mi pez merece otra calidad de vida", así que compré un pequeño tanque con sustratos y plantas vivas y lo metí ahi, con su filtro, temperatura y todo lo "adecuado". Hasta le compré pequeños tetras "para que lo acompañen". No tardaron en enfermar, y cuando uno de ellos no podía mantener su vertical por la enfermedad que obtuvo, yo lo trataba de mantener derechito con la red. Y cuando estaba en esa maniobra, el pequeñito pez movió su ojito como si me mirara, y fué entonces que me di cuenta el sufrimiento que mi "hobby" estaba causando. LLoré y llore, recé por el pequeñito, pero no pude salvarle la vida. Me dí asco a mi mismo, y llevé el resto de los bichos que quedaban a un hospital (un acuario que tenía ese servicio) y me prometí que nunca tendría un solo animalillo a mi cuidado, porque comprendí cual valiosa es la vida de cada ser.

Por eso, cada vez que paso por una tienda de mascotas, no puedo evitar pensar en el sufrimiento que ahi se produce, y la tristeza de que las personas no se dan cuenta de ello.

A continuación, el pequeñito que me abrió los ojos, en su camita improvisada para mantener su vertical, y desde donde me miró:

1 comentario:

  1. wauu cuanta razon tienes, de verdad que a veces me da ganas de torturarles igual a todas las personas que maltratan a los pobres animalitos, pero lo unico que podemos es enseniaar y hacer entender a la gente, no hay otra cosa que podamos hacer solo eso

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